Sevilla, España.- 06/08/2020
https://sevilla.abc.es/sevilla/sevi-metodo-rescate-canino-arcon-simulacro-aeropuerto-sevilla-explosion-beirut-202008062047_noticia.html
Por Jesús Díaz
Jaime Parejo, un bombero de Sevilla, estuvo más de una década investigando un nuevo método de rescate con el uso de perros ante catástrofes naturales, desastres u otros riesgos potenciales.
Tomó el nombre de Arcón, el ejemplar con el que trabajaba, cuando dio validez al sistema que había creado para mejorar en las tareas de salvar vidas a contrarreloj y ante condiciones adversas. Eso fue en 1994 después de realizar un simulacro en una zona militar junto al aeropuerto de San Pablo de la capital andaluza.
Ayer partió a Beirut para desplegar, una vez más, sus conocimientos y su método con el único propósito de salvar vidas entre los escombros ocasionados por las impresionantes explosiones registradas.
Nacido en Sevilla en diciembre de 1961, Parejo y sus perros llevan desde 1999 desarrollando su método, tras mucha investigación y entrenamiento, en terremotos en Colombia y Turquía, Taiwan, Chile, Ecuador o en Haití.
Ayer, a las seis de la tarde, voló junto a tres bomberos del Consorcio Provincial de Málaga y uno de los Bomberos del Ayuntamiento de Almuñécar (Granada), al Líbano en un viaje organizado por la ONG Gerccma, una asociación que aplica el método Arcón. En la expedición iban acompañados por cuatro perros. Estarán en Beirut hasta el día 10.
Parejo ha explicado a este periódico que su método está reconocido por la ONU, universidades y gobiernos, sobre todo, de Centroamérica y América del Sur, siendo el sistema oficial de rescate de fuerzas armadas y policías en muchos de los estados de este continente.
En Andalucía, tras ser aprobado en el Parlamento, está a la espera de que el Gobierno autonómico le dé luz verde en el Consejo de Gobierno.
Parejo, por este trabajo metodológico, fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Galileo de Guatemala.
Después de doce años de investigación, logró su objetivo en 1994: optimizar en los perros su autonomía y motivación, lo que mejora su nivel de rendimiento y un mayor olfato, lo que marca la diferencia entre la vida y la muerte de una persona.
Mientras el sistema tradicional se basa casi en exclusiva en la aplicación del básico mecanismo asociativo de aprendizaje, es decir, el perro utiliza su conducta como instrumento para la consecución de una recompensa, «si lo consigue repite su comportamiento»; el método «Arcón» se caracteriza por conferir un nivel óptimo de efectividad a los perros, quienes actúan de forma independiente y con alta concentración.
El aumento de la concentración del animal potencia los estímulos visuales, auditivos y olfativos del perro, algo que será muy importante durante los próximos días en Beirut donde trabajarán con elementos adversos, en las tripas de los escombros y contra el reloj.
El método no sólo funciona para salvar vidas sino para el hallazgo de explosivos o minas antipersonas.
Los animales con los que ha trabajado Parejo son de muy distinta razas, desde pastor alemán hasta un perro de agua español o labrador. Incluso sacados de protectoras. «Lo importante es la aptitud y la metodología de entrenamiento y formación», ha afirmado, precisando que en un mes y medio «tenemos ejemplares para actuar de forma autónoma en miles de metros cuadrados. Es una cuestión de calidad científica y no de tiempo», ha aclarado Jaime Parejo.
«Hemos visto el riesgo muy al filo»
Jaime Parejo y sus compañeros son conscientes del abanico de peligros a los que se enfrentarán en la capital del Líbano, donde los hospitales ya estaban saturados antes de las explosiones por el coronavirus, según explica el bombero sevillano a este periódico, quien sigue con incertidumbre la investigación de las causas de la deflagración del pasado martes. «No sabemos si fue un atentado o si hay una nube tóxica». Reconoce que está habituado a trabajar en esas condiciones máximas: «Hemos visto los riesgos muy al filo, pero nos compensa por el sentimiento de salvamento. El único y exclusivo motivo para ir a Beirut es salvar vidas», aunque admite que las primeras 24 horas son claves para rescatar a personas con vida. «De haber estado in situ desde el primero momento, no hubiésemos dado abasto», afirma este bombero curtido en este tipo de experiencias.